jueves, 29 de octubre de 2009

LEYENDAS DEL BALONCESTO II. ARVYDAS SABONIS

El primer recuerdo claro que tengo de Arvydas Sabonis es de cuando en el año 1984 un chavalito de 223 centímetros, Arvydas Sabonis, dejó suspendida la final del mítico Trofeo de Navidad del Real Madrid tras destrozar un tablero. Como lo leen. El Pabellón reventó por la presencia de la URSS, aquella en la que compartía vestuario gente como Valters, Belostenny, Kurtinaitis, Homicius, Pankraskhin, Tijonenko, Tkachenko, Iovaisha, y... Sabonis. El lituano la organizó a falta de dos minutos y ocho segundos para el final. Con 92-78 para los soviéticos y el título decidido, Sabonis -con sólo 21 años- entró a canasta como un toro y destrozó el tablero. Los cristales saltaron y el partido quedó parado. Los técnicos precisaron que necesitarían una hora para reparar los desperfectos. No hubo lugar. El Madrid asumió que no tenía tiempo para remontar y dejó que la URSS levantara el trofeo de campeón por segundo año consecutivo. A partir de ese momento se aprobó una regla nueva: Había que tener un tablero de repuesto en cada cancha.

Sabonis empezó a jugar al baloncesto por obligación. Cuando Yuri Fedotov, que luego sería su primer entrenador, le convenció para que lo practicase, él no se sentía en absoluto atraído por el deporte de la canasta. Su estatura por aquel entonces -tendría 11 ó 12 años-, era bastante normal, hasta el punto de que empezó jugando de base. A los 13 comenzó a crecer espectacularmente, y con 15 años alcanzaba ya los dos metros. Sus portentosas cualidades físicas le convirtieron pronto en figura.

Y aunque ganara todo lo que un jugador puede ganar, a excepción de la NBA, Sabonis siempre será la figura del “qué hubiera pasado si…”, y es que el portentoso pívot lituano se lesionó el tendón de Aquiles, lo cual le impidió irse a la NBA en su cenit.

Fueron míticas sus luchas y sus piques con otro de los grandes jugadores europeos, el yugoslavo Drazen Petrovic, esos TSKA Moscú - Cibona Zagreb en los que casi llegaban, o llegaban, a los puños. Con la lesión parecía que todo había acabado para el Zar Lituano, pero pudo venir a España, siendo el segundo jugador soviético con permiso para jugar fuera de la URSS, y hacer las delicias de los aficionados vallisoletanos durante los años que militó en el Fórum Valladolid junto a su amigo y compañero Valdemaras Homicius. De ahí al Real Madrid para lograr la ansiada Copa de Europa de Clubes, y ser nombrado MVP de la Final Four, por supuesto.

Y por fin llegó el momento de ir a la NBA, pero en vez de con 20 años lo hizo con 31. Admirador de Kareem Abdul-Jabbar, en la NBA logró demostrar su valía y ser nombrado segundo mejor Rookie y segundo Mejor Sexto hombre en esa temporada, amén de deslumbrar a todos con sus pases imposibles y sus lecturas de las jugadas. Nunca se había visto un pívot así, ni en Estados Unidos ni en ningún sitio: Sabía pasar, tirar de 3, correr, dar asistencias, y por supuesto defender y rebotear.

Acabado su periplo en América volvió a su equipo de siempre, al Zalguiris Kaunas, del que fue nombrado presidente en 2001. Y acabó jugando, y vaya si jugaba, con 40 años logró ser nombrado el Mejor Jugador de la Euroliga con el Zalguiris Kaunas, broche de oro para un jugador sin igual.

Defensivamente, Sabonis siempre fue el baluarte de sus equipos. Duro y rocoso pero también con gran movilidad, especialmente lateral y en salto, era una pesadilla para cualquier rival que entrara en la "pintura". Sus estadísticas de rebotes y especialmente de tapones así lo demuestran. Además, en ataque se caracterizó por ser un jugador rápido aún a pesar de su elevada estatura. En sus tiempos de juventud no era extraño verle correr contrataques y culminarlos con espectaculares mates (el número de tableros rotos por el jugador lituano es ya incontable). Su juego de espaldas a canasta era mortal de necesidad. Una pelota recibida por Sabonis en el interior de la zona significaba en la mayoría de los casos 2 puntos y en otros muchos canasta y falta adicional. Asimismo a lo largo de su carrera fue desarrollando un muy eficaz tiro desde 3, 4 y hasta 5 metros, sin desdeñar los intentos desde más allá del 6,25. A partir de los continuos problemas físicos que minaron su efectivad en movimiento, Arvydas Sabonis desarrolló lo que a la postre ha sido quizás una de sus cualidades más alabadas: Una increíble capacidad para ver y entender el juego. Asistencias, amagos, pases en corto o en profundidad, de espaldas o en carrera y todo un extensísimo repertorio de jugadas dignas del mejor base.

Sus hijos juegan en las categorías inferiores del Unicaja de Málaga, lugar donde tiene residencia gran parte del año, cuando sus responsabilidades como Presidente del Zalguiris Kaunas le dejan, claro.

Y para finalizar… ¿quién no recuerda el triple tapón que le pone a David Robinson en las olimpiadas de Barcelona 92?



MIX ARVYDAS SABONIS




ARVYDAS SABONIS ANTES DE LA LESIÓN




OTRO MIX DE SABONIS




1 comentario:

  1. sabonis es de 1964. si no fue a la nba en 1985 -o en 1982, que ya les interesaba entonces- no fue por causa de las lesiones, si no de algo llamado "iron curtain".

    para todo lo demás, lagüiki

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